Empezaba la pretemporada y hablando con Gómez Callao comentamos de ir a entrenar.
Desde el primer partido empecé a ir con ellos.
El primer partido nos tocó jugar fuera, yo no jugué pero el segundo partido, contra el Tamarite, salí de titular.
Fue el partido que más bonito me ha salido en el Caspe. Además, tuve la suerte de marcar un gol precioso, según dijeron.
Fue una jugada con José Diego. Dos o tres paredes, como se suele llamar, llegué hasta cuatro o cinco metros fuera del área y desde allí le pegué fuerte al balón. Quiso la suerte que fuera un tiro muy angulado y pegó en el hierro, detrás de la portería: salió como un obús.
Ese día ganamos tres a uno al Tamarite y este fue el segundo gol de los que marcamos nosotros.